Entre Putin y Trump

Comparar a Trump con Putin es casi inevitable. No tienen principios, ni perspectivas políticas reales. Sus mayores intereses son el dinero y el poder. En el caso de Putin, eso se refleja, por ejemplo, en el súbito cambio de la agenda nacional: hoy se opone a Europa (“gayurope”), pues al unírsele, como lo quería al principio, Putin habría tenido que acatar los derechos humanos.

En el caso de Trump, él dice preocuparse por el pueblo, por los trabajadores. ¿Pero cómo puede entender a los trabajadores en lo absoluto? Un año después de convertirse en presidente, ha demostrado que sólo le importan sus amigos.

Pero hay una cosa, entre otras, que los separa radicalmente: mientras que en Rusia los medios de comunicación están controlados por el Kremlin, y dicen que la popularidad de Putin es mucho mayor de lo que es (entre otras varias mentiras vueltas noticia), Trump niega a los medios de comunicación: los que mienten son ellos. Y él persiste en el intento constante de presentarlos a ellos como los mentirosos. Las mentiras de Putin, en cambio, proliferan gracias a los medios de comunicación, vistos especialmente como un “medio”, y por una ideología impuesta incluso en las escuelas.

A pesar de las distancias, dijo Tolokno, hay una cosa que ella rescata de que personajes como estos se hayan convertido en presidentes: Cuando el poder es una mierda, salimos a la calle.

“El 9 de noviembre, un día después de que Trump fuese elegido, me alarmó no ver ninguna reacción. Pero luego, en enero, la marcha de mujeres me reconfortó. Sentí una voluntad inmensa de la gente, una fe en que las personas podrían cambiar el mundo. Antes de Trump, la gente estaba muy cómoda, creyendo que su acción política podría estar consignada en los otros. Trump, de alguna manera, despertó a esa gente. La hizo asumir una posición y una acción política. Lo mismo pasó con Putin. Y movimientos como #MeToo hacen parte de ese contexto: es una de aquellas cosas que tal vez se despertó que encontró por fin un estado de cosas ideal, no para surgir, sino para explotar por fin”.