Harari y la fantasía | Héctor Abad Faciolince

A veces por los distintos festivales Hay del mundo pasan algunos autores “antes de tiempo”. Quiero decir con esto que sus organizadores están tan bien informados y tienen tan buenos reflejos, tan buen olfato, que nos ofrecen a estos escritores antes de que se hayan vuelto fenómenos mediáticos globales. Cuando Yuval Noah Harari estuvo en el Hay de Cartagena de Indias hace tres años yo no lo había leído todavía y no asistí a sus charlas. Este año, cuando leí de un tirón sus dos libros más célebres, Sapiens y Homo Deus, no me perdono la ceguera de no haber reconocido de inmediato su genialidad hace tres años.

Digo esto porque hacía mucho tiempo que una lectura no producía en mí, en mi mente, una conmoción tan grande. Hace años sentí algo parecido (una iluminación) con Steven Pinker y con Richard Dawkins, pero siento que en el caso de Harari, hay algo que conmueve los cimientos de mis convicciones de un modo, si se puede, todavía más hondo, más radical. La forma en que Harari, con una claridad brutal y despiadada, nos demuestra de qué modo los humanos no podemos evadir la fantasía, el hecho de vivir dentro de convicciones que no son más que convenciones compartidas por el main stream intelectual de nuestra época, es al mismo tiempo fascinante y desolador. Uno se siente desnudo y sujeto a una marea de influencias culturales de las que no puede escapar. Creíamos que el libre albedrío era una fantástica mentira biológica; con Harari vemos que el libre albedrío es también una fantástica ilusión cultural.

Y si a lo anterior se añade una capacidad -voy a usar una palabra muy gorda, muy religiosa- profética para mirar el futuro, creo que Harari ha dinamitado las bases más sólidas en las que creíamos estar parados. Para alguien que ha dedicado buena parte de su vida al estudio de lo fantástico (la literatura es lo fantástico por antonomasia), es increíble cómo una escritura de divulgación científica y cultural, se convierte de pronto en una novela de ciencia ficción. Con la firmeza de una inteligencia clarividente, Harari nos anuncia una fantasía científica tan verosímil y tan convincente como la mejor novela del género que se haya escrito nunca. Los dos tomos de Harari me han convencido de algo en lo que nunca quise creer: la realidad y la fantasía están tan entremezcladas y confundidas que nunca podremos saber bien desde cuál de estos dos territorios estamos observando el mundo. Si alguien está seguro de cualquier cosa (incluso de que el teorema de Pitágoras es una verdad eterna e inmutable) y lee a Harari, todas sus convicciones se van a derrumbar como un castillo de naipes. La gran virtud de la literatura fantástica es que nos hunde en la inseguridad; tan vez nunca una lectura me había dejado tan inseguro, tan vacilante y asombrado como estas dos obras prodigiosas de Yuval Noah Harari. Después de leerlas, la historia, la sociología, la ciencia y la cultura ya no son lo mismo que antes, para mí.

Héctor Abad Faciolince appeared at Hay Festival Querétaro 2017 on Sunday 10 September.