Tres años de Bogotá39 (VI). Liliana Colanzi

Con el objetivo de seguir celebrando la buena literatura, resaltando el talento y la diversidad de de producción literaria en Latinoamérica, hablamos con los integrantes de la lista Bogotá39-2017, tres años después de haber sido seleccionados. Liliana Colanzi (Bolivia) es escritora, editora y periodista, y ha escrito, entre otras obras, Nuestro mundo muerto.

Han pasado tres años desde que se publicase la lista Bogotá39-2017 y fuiste seleccionada. ¿Nos puedes contar cómo ha continuado tu trabajo como escritora desde entonces?

Con pausas, momentos de entusiasmo y de duda, que es como suelo trabajar.

Escribes poesía y novela. ¿Podrías compartir con nosotros los nombres de  tus autores/as favoritos en cada género?

No escribo poesía ni novela. Pero me gusta mucho la poesía de Jaime Saenz, Claudia Rankine, Oquendo de Amat, Héctor Viel Temperley, Mario Montalbetti, Marosa di Giorgio, Inger Christensen, y como novelistas admiro a Agota Kristof, Philip K. Dick, Rosario Castellanos, Guimarães Rosa, Sara Gallardo, Rafael Pinedo. Algunos de esos escritores además estiran y confunden las maleables fronteras de los géneros.

¿En qué proyecto/s estás involucrada en estos momentos?

Como editora me quedé con algunos títulos que tenían que salir ahora en mayo y que se han postergado, y que ojalá pueda retomar pronto, aunque aún el panorama editorial es muy incierto. Uno de ellos es un libro de poemas en guaraní de Elías Caurey.

¿A qué paisano/a tuyo recomendarías para una hipotética Bogotá39-2027?

A Lucía Carvalho.

¿Cuál deber ser el papel de la cultura en el mundo post-cuarentena? ¿Crees que cambie mucho en relación al contexto previo?

Está claro que los libros, las películas, la música y las series de televisión han sido fundamentales para ayudarnos a atravesar la cuarentena, pero lamentablemente el sector cultural no está recibiendo apoyo financiero, al menos en muchos países, y eso significa que muchas librerías, editoriales, salas de cine y de teatro podrían desaparecer tras la pandemia. Hay un gran desconocimiento acerca de cómo funcionan las industrias culturales, y sería bueno iniciar una conversación pública al respecto, como la que sucedió hace algunos días en Argentina sobre los derechos de autor y los libros que se descargan gratis sin el consentimiento de los escritores, o sobre los recortes en áreas importantes (directora cultural y directora de programación infantil) en la feria del libro de Colombia.

Borges se imaginó el paraíso como una gran biblioteca, Kafka se imaginaba viviendo en un sótano donde pudiese leer, y Woolf recalcó la importancia de una habitación propia para escribir poesía y ficción. En tiempos de confinamiento y con los nuevos formatos de lectura digital, tal vez ellos hubieran cumplido sus fantasías. Para una escritora, ¿es la cuarentena un paraíso o una pesadilla?

Cualquiera que en este momento esté viviendo un paraíso debe carecer completamente de empatía.

¿Durante el confinamiento estás siendo más escritora o lectora?

He estado leyendo de manera muy fragmentaria.

¿Cuál es el libro inevitable durante el confinamiento?

Estoy disfrutando muchísimo de Casas vacías, de Brenda Navarro. En una época en que es difícil concentrarme, esta novela ha sido un intenso y poderoso reencuentro con la lectura.