Enchufados en RIohacha

Los escritores de Bogotá39-2017 coinciden con aquellos, tal vez optimistas, que aseguran que hoy se lee más que nunca. No se lee en formatos tradicionales, es cierto, pero tampoco nunca antes las personas habían pasado tanto tiempo frente a un texto. O al menos frente una pantalla. Esto lo dijeron durante varias conversaciones que se dieron ayer en Riohacha y otras poblaciones de La Guajira como Manaure, Uribia o El Molino. “En algún momento todos somos esa persona que no ve a los demás porque estamos mirando nuestro celular”, sentenció la escritora brasileña Natalia Borges que definía la lengua en la que se expresaba como ‘portuñol’.

“El estar en esta lista me hace sentir honrada porque en Brasil hay mucha literatura y muy diversa”, dijo Natalia que compartió mesa con los escritores Martín Felipe Castagnet Juan Cárdenas y Giuseppe Caputo. “Hablando de nuevas tecnologías, cuando llego a un lugar lo primero que busco son los enchufes”, dijo el argentino. De otras épocas y otras circunstancias habló Beatriz Helena Robledo. Su tema central giró sobre la poeta María Cano, considerada la primera política colombiana. “El principal problema de los colombianos es la amnesia”, aseguró la autora de María Cano: La Virgen Roja quien profundizó sobre la vida de esta política, a quien su mismo partido consideraba “agitadora de masas”, que tuvo entre sus luchas la jornada laboral de 8 horas. “Era muy sensible a las condiciones de trabajo en las fábricas, especialmente de las mujeres y los niños”, aseguró.

“En Venezuela es muy difícil hacer cualquier cosa”, dijo en otra charla Sergio Dahbar que hablaba de otras batallas más actuales, como las de hacer cine en un país como Venezuela. “La salida de profesionales del país afecta el cine”, añadió el director de la película El Inca, Ignacio Castillo Cottin, que contó que el rodaje de esta película siete de los actores terminarían por abandonar el país. “Seguramente filmar El Inca ahora sería imposible”, sentenció.

La jornada fue cerrada por tres jugalres guajiros -Rosendo, Tijito Carrillo y Silvio Britto-, que conversaron y cantaron a la Guajira delante de una abarrotada sala.