“Las claves de la supervivencia están en la misma caída”

La primera novela de la escritora española Marta Orriols, Aprender a hablar con las plantas, es el conmovedor retrato de Paula Cid, una mujer que enfrenta el duelo por la muerte de su pareja momentos después de que este la hubiera dejado.

La vida de Paula cambia drásticamente con una doble pérdida: la de una relación estable y la de la persona con quien la había construido. Se balancea entre la nostalgia y la contemplación del futuro, la soledad y la compañía furtiva, la transformación agresiva y la permanencia inevitable, la muerte inesperada y la vida que se aferra por continuar. Atendiendo día a día a recién nacidos frágiles, la doctora aprende a sobrevivir dentro de un nuevo panorama vital en compañía de sus pensamientos, sus recuerdos, y la presencia sutil de las plantas.

Aprender a hablar con las plantas no es una novela autobiográfica, pero traza paralelos con su experiencia personal, habiendo perdido a su pareja.

Anatomía de las distancias cortas es un libro de relatos y Aprender a hablar con las plantas, es novela. ¿Quiénes son tus escritores favoritos de cada género?

Me interesa muchísimo la escritura de Alice Munro. La forma de abordar el cuento con un estilo que es aparentemente simple, nítido, pero en realidad, son cuentos que conquistan por su corte enigmático. Piden ser leídos lentamente porque son historias intensas. Me fascina cómo se mueve por el terreno de los sentimientos. Tiene una capacidad increíble para ir sacando capas y más capas a los personajes. Es grandiosa. En cuanto a novela, siempre me acompaña James Salter a quien curiosamente descubrí por un libro de cuentos, La última noche. Salter es todo elegancia y lo que me gusta son los detalles que los son todo, el modo preciso con el que describe a los personajes con metáforas que los iluminan, la observación minuciosa, las frases breves y contundentes y la sensualidad con la que lo envuelve todo.

Antes de publicar tus libros estudiaste escritura de guion para cine. ¿Cómo influye tu guionista interior en el proceso creativo?

Sí que hay una influencia muy lógica del cine en mi escritura, que no tiene tanto que ver con el hecho de haber estudiado guion cinematográfico sino con las intersecciones constantes de la literatura y el cine en el mundo actual de la ficción. Creo que ambos lenguajes beben de un imaginario común, y para mí el cine ejerce una influencia estética en la literatura que amplía los horizontes de la escritura, por ejemplo la economía expresiva, la fragmentación, o el uso reiterado de perspectivas. En guion solo puedes escribir aquello que va a poder filmar una cámara, así que a veces, para expresar un sentimiento o emoción, el ejercicio de describir el lenguaje corporal de los personajes me ayuda mucho a la hora de escribir.

En Aprender a hablar con las plantas, Paula Cid, la protagonista, es una neonatóloga que está pasando por el duelo de la muerte de su pareja. Hay un contraste muy marcado entre el principio y el final de la vida en la cotidianidad de Paula. ¿Cuál la relación entre el nacimiento y la muerte en la novela?

La muerte en la novela es el drama visible que pone en evidencia todo lo demás, que es la vida. Que ella sea neonatóloga hace crecer muchísimo el simbolismo de la historia narrada, porque la vida y la muerte tienen lugar en un mismo espacio, la unidad de cuidados intensivos. Creo que en general, estamos tan inmersos en el hecho de estar vivos que a veces no ponemos atención a la perspectiva vital que incluye la muerte. Si algo aprende Paula es que es mortal. La novela es un espacio para reflexionar acerca de lo inseparables que son la vida y la muerte.

La novela se balancea entre el “antes” y el “después”. ¿Cómo es el antes de y el después de Aprender a hablar con las plantas en tu vida?

Pues igual que la muerte en la novela altera para siempre el calendario vital de Paula, la novela ha significado verdaderamente una línea divisoria en mi vida, por lo menos en el aspecto profesional. Dejé mi trabajo en una oficina y ahora me dedico a escribir. Pero sinceramente, todavía tengo que integrar el hecho de ser escritora. Creo que me queda muchísimo camino por recorrer y picar mucha piedra. Una no se cuelga la etiqueta de escritora con una sola novela a sus espaldas.

¿Qué hay de Marta Orriols en Paula Cid?

Creo que Paula tiene una mirada sobre el mundo parecida a la mía. No soy nada moralista, igual que ella no lo es. La vida es relativa y la moral absoluta, y en ese sentido, creo que eso se refleja en mi escritura, esta concepción de la vida en que todo es relativo. Por otro lado, escribí la novela en un momento personal en el que igual que Paula, me di cuenta que las claves de la supervivencia las encuentra una en la misma caída. Pero no somos la misma persona ni esa es mi historia. Paula no está inspirada en mí ni en nadie en concreto.

Para proyectos futuros, ¿cómo abordar un nuevo trabajo después de haber tratado un tema tan personal?

Creo que solo puedo hacerlo desde la humildad y el trabajo duro. Me preocupa mucho seguir escribiendo, mejorar, tener alguna cosa por contar, saber hacerlo, cómo no perder mi voz. Mi escritura responde a un interés por las personas y por el tiempo que vivimos, así que seguiré indagando en el terreno de lo emocional cuestionando esos dos pilares.

No te pierdas a Marta Orriols en el Hay Festival Cartagena de Indias 2020:

Melba Escobar, Margarita García Robayo y Marta Orriols en conversación con Eduardo Riestra. Sábado 1 de febrero, Casa HAY (salón San Sebastián) - Calle del Colegio, Casa 1537, 15:00 - 16:00