Europa necesita sanación

El sábado a la tarde el filósofo Fernando Savater protagonizó dos de los eventos más esperados del Hay Festival Segovia. En su vertiente más europeísta, el español converso primero con la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa y el periodista Guto Harri, y más tarde junto al filósofo Joseph Cohen.

Pagazaurtundúa y Savater, ambos fervientes europeístas, reclamaron la movilización para la sanación de Europa, y analizaron la situación actual de la Unión Europea. Recordaron sus ideales fundacionales, como guía para su sanación.

Pagazaurtundúa admitió que, aunque los problemas que se enfrentan en la actual crisis europea -como la inmigración, el populismo o la desinformación sistemática- son problemáticas nuevas, en el proyecto “siempre ha habido problemas técnicos”. ¿Y por qué surgen esos problemas? “Nacen de la naturaleza misma de la UE: es una organización supranacional, pero no federal. Esto significa que se crean tensiones o surge una enorme burocracia innecesaria”, aseguró, insinuando desde temprano su más tardía defensa de una eventual Europa federal.

Savater también se remontó a los inicios fundacionales, de objetivos meramente económicos, calificándola como una empresa “egoísta, donde sus miembros buscaban el bien propio”. Fue más allá: “El refuerzo político tenía el fin de evitar que volviera el fascismo y que se extendiera el comunismo”, reiterando esa búsqueda idealista, que en gran parte ha sido cumplida.

La charla junto a Joseph Cohen tenía un sugerente título descriptivo: ¡Nosotros europeos!. Con lo que no fue extraño que Savater comenzará por definir qué significa ser europeo."Cuando uno dice que es español o italiano quiere decir que su ciudadanía, sus derechos y libertades, están ligados a un lugar determinado. Pero no podemos ligar ninguna ciudadanía a Europa (...) Todavía no hemos convertido Europa en nuestra ciudadanía ". Y esos límites, o más bien la dificultad de establecer esos limites, genera desconfianza: "Vemos a Europa como algo que nos priva de cosas, en vez de dárnoslas. Los ciudadanos piensan que Europa roba parte de su soberanía, que impone condiciones. Implica ser parcialmente gobernado por extranjeros, y admitir eso es difícil, sobre todo cuando hay dificultades".

Savater también abordó uno de los temas de mayor actualidad: los movimientos migratorios hacia Europa y la (in)hospitalidad del viejo continente. "La ley de la hospitalidad es una ley básica. Desde la Odisea ya que Ulises considera bárbaro al cíclope por devorar a las personas que llegan a su isla en vez de ayudarlas. En Europa debemos buscar la fórmula, pero planteando con seriedad la contradicción. La gente que viene de otros continentes a Europa, viene buscando una serie de ventajas, derechos y libertades que nosotros tenemos.Todos estos derechos tienen un límite en el espacio y en el tiempo. Una ola excesiva de petición de derechos podría crear la imposibilidad de gestionarlo. Eso genera una contradicción: queremos ser hospitalarios con la gente que quiere integrarse en Europa, pero si no gestionamos bien la ayuda, podemos causar un derrumbamiento de nuestro espacio de derechos".