De niño, quedó deslumbrado por la música europea y por las percusiones, marimba y canciones africanas que resonaban en las playas de su isla natal, Buenaventura. Su obra, marcada por esta polaridad entre el lirismo de Europa y los tambores de África, fue también influenciada por el espíritu negro que lo rodea. Fue partícipe de la "fiebre latina" que se propagó en París a comienzos de los años 1990. En 1995, como percusionista en el metro de París, agarra el micrófono estirado por sus músicos y es propulsado en una aventura musical que no había imaginado. Defendiendo sus raíces, eligió Buenaventura como nombre artístico. Su primer álbum Herencia Africana fue escrito para agradecer a Francia por las oportunidades que le ofrecía. A pesar del éxito, Buenaventura se negó a conformarse con los estándares franceses y en sus posteriores trabajos ha variado su sonido, apoyándose siempre en la esencia de la salsa. En junio de 2016, en el marco de la Semana de América Latina en Francia, el cantante fue condenado por el Senado, por su contribución a fortalecer los lazos entre Colombia y Francia.
Foto: © Daniel Mordzinski