La fiesta de septiembre

Cuando cae septiembre los atardeceres anaranjados acarician la piedra del acueducto y, en el cielo limpio de Segovia, las nubes se transforman convirtiéndose en destellos blanquecinos premonitorios de los lentos copos de nieve del invierno próximo. Un espectáculo irrepetible donde el paisaje es una constante evocación al todo, a momentos atropellados que, con sosiego, tendrían un verso propio.

Pero aún no nos abandonó ese verano de tardes largas y recuerdos, y de dar vueltas a la existencia, a la presencia y a la ausencia; de atrapar una mirada o de disfrutar de la sonrisa propia, esa que nos reconforta, de toque místico, de paz interior.

Pasa el tiempo sin apenas apreciar que hace años fue ayer, tanto que acostumbramos al espejo a ver la transformación de un rostro inconformista, mientras la madurez comprende que Pessoa no tuviera ambición de ser poeta. Era su manera de estar solo.

En esa soledad elegida, entre paisajes y escarceos clandestinos, siempre hay un rincón para la palabra, allí encuentra su lecho, esa composición de letras que va sonando acompasada para facilitar la comprensión humana.

En ese entorno, con luces colándose por los resquicios de las estrechas calles medievales o con el horizonte de la sierra, teñida de rosa antes de que termine de esconderse el sol, un grupo de personas, ingenuos, quizá, por creer aún en la humanidad, se reúnen cada año en el Hay Festival, el que cierra septiembre, y se encuentran a sí mismos a través del diálogo; y ríen y recitan poesías y pasean recordándonos cómo el rostro dibuja la exclamación y se derriban el mundo para recomponerlo y encuentran la fórmula mágica de la generosidad y abren la jaula a la  reconciliación que permanecía atrapada... Es la palabra convertida en imagen, en verso, en conversación... es la palabra la que manda,  ¡es la fiesta de la palabra!

Aurelio Martín será parte del Hay Festival Segovia 2018, y participará en los siguientes eventos: