Actor, director y productor, Diego Luna ha equilibrado como pocos una carrera cinematográfica que integra galaxias muy muy lejanas hollywoodienses con el pulso vibrante de la Ciudad de México. Su activismo, visible en causas sociales y en proyectos como el festival documental Ambulante, muestra una convicción de que contar historias también trata de transformar realidades. Su próxima película, Ceniza en la boca, adaptación de la novela homónima de Brenda Navarro, explora los desarraigos de quienes buscan su lugar en el mundo. Conversa con Andrés Mompotes, director de El Tiempo.
