Conformada por nueve músicos que irradían energía, la orquesta dirigida por Camilo Toro Morato llena las tarimas y sus canciones con la potencia de la conga,
timbal, bongó, piano, baby bass, flauta traversa, trompeta, trombón y las cautivadoras voces de Miguel RoRebolledo y Lorena Contento, logrando que todos se rindan al ritmo y al disfrute. A 2.600 metros de altura bogotanos emerge La Pambelé -nombre que significa “defensor de lo suyo” en lengua bantú y que, por supuesto recuerda al legendario boxeador colombiano-, una orquesta conformada por músicos de todos los rincones de Colombia que da más argumentos para dejar de pensar que los capitalinos no tienen ritmo ni sabor.