¿Cómo muere la democracia?

Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, dos profesores de Harvard dedicados a investigar sobre partidos políticos, autoritarismos y democracias, publicaron en 2018 Cómo mueren las democracias (Ed. Ariel).

La intención, según Levitsky, no era pronosticar la muerte de la democracia, pero sí mostrarle a los norteamericanos, que la daban por sentada, que en realidad puede colapsar. En otras palabras, hay que mermarle al optimismo: el mito de que la democracia liberal iba a dominar el mundo desde la caída del muro de Berlín en adelante, cuando Francis Fukuyama declaró el “fin de la historia”, terminó siendo una equivocación.

Rodrigo Pardo, analista político colombiano, habló con Levistky en el Hay Festival Digital Medellín sobre la expectativa de vida de la democracia.

¿Qué factores van a determinar el estado de salud de la democracia?

Creo que son tres. El primero es el futuro del partido republicano, no sabemos si va a terminar de volverse un partido anti-sistema o si va a acogerse a las reglas de juego de la democracia. En segundo lugar se requiere reformas institucionales, la democracia norteamericana tiene que innovar. Por último, tenemos que combatir la desigualdad creciente desde hace cuarenta años. Ahora hay una enorme clase media y media baja con escasas probabilidades de superar el nivel de vida que tuvieron sus padres, algo que no había pasado antes.

Respuesta corta para un tema con mucha tela que cortar: ¿cómo mueren las democracias?

Antes era a través del golpe militar. Ahora el entierro es más sutil. Los elegidos utilizan las mismas instituciones de la democracia para destruirla, la minan desde adentro.

¿Pero no hay consenso para defenderlas? ¿Dónde quedó la cooperación internacional?

Es que no hemos entendido que la amenaza no es Rusia, ni China, ni Irán o Venezuela. Viene de adentro. Bien mirado, hay desafíos comunes. Por ejemplo: la democracia multicultural es un reto para muchos países. O la polarización, que no entendemos bien de dónde viene, pero se está extremando en todos lados. Y la polarización mata la democracia, aunque se necesita cierto nivel de polarización, de competencia, para que funcione.

¿Hay alternativas?

Creo que a pesar de todos los problemas y déficits de las democracias, nadie está organizando marchas a favor del modelo chino. La gente sigue insistiendo en el derecho de elegir.

¿Y Venezuela?

El chavismo ha fracasado políticamente.

Volvamos al comienzo: ¿cómo analiza lo que ocurrió en el capitolio de los Estados Unidos?

Todavía estamos buscando entenderlo, fue algo inesperado, pero hay una primera lección que parece obvia, aunque los gringos no la habíamos comprendido a cabalidad: si eliges como presidente a una figura que no está comprometida con las reglas de juego de la democracia estás poniendo en peligro las instituciones de tu país.

¿Y ahora?

(Risa nerviosa) ¡No lo sé! Nada es previsible. Nadie esperaba que un partido de derecha institucionalizada, el partido republicano, se transformara en un partido básicamente personalista y bastante populista. A eso lo llamamos la 'trumpización' del partido republicano, y mucho depende de lo que Trump decida hacer ahora. Podría alejarse de la política, podría lanzarse a las próximas elecciones, podría tratar de poner a uno de los suyos en el poder, cualquier cosa que haga va a tener un impacto en el sistema político norteamericano.

Trump tuvo una altísima votación, la más alta de un candidato republicano en una reelección.

Es que la mayoría blanca, cristiana y masculina que dominó el país por 200 años está perdiendo su control. Lo que realmente fomenta el trumpismo es ese miedo de perder el estatus dominante en la sociedad.

¿Cómo ve la coalición Biden-Harris?

Este gobierno va a ser pragmático y moderado para bien o para mal. Si el partido demócrata no se mantiene unido, se abre el camino para la derecha. Este gobierno está comprometido con las reglas de juego constitucionales, nos salva del abismo. Dicho eso, en el mediano plazo lo probable es que no solucionen mucho. La polarización seguirá, la radicalización del partido republicano seguirá, probablemente habrá dificultad para gobernar.

¿Los chinos y los gobiernos autoritarios han manejado mejor la pandemia?

Varias democracias en el mundo fueron capaces de responder bien a la pandemia: Corea del Sur, Nueva Zelanda, Taiwán y otros. También hubo unas que respondieron muy mal (Estados Unidos) y algunas que no tenían la capacidad estatal para enfrentarla a pesar de sus buenas intenciones, como Perú. Pero hay regímenes autoritarios que han respondido muy mal, así que no me parece que el tipo de régimen importa mucho en determinar el éxito o el fracaso a la hora de manejar la pandemia. Me preocupa más la crisis económica y fiscal que se viene con la pandemia, eso sí mata la democracia.