Señalar al violador

Muchas cosas buenas y malas sorprendieron a Dafne, Lea, Paula y Sibila cuando Un violador en tu camino se extendió hasta ser interpretado y coreografiado por miles de mujeres alrededor del mundo. La manera cómo las generaciones mayores se apropiaron del performance para romper con ese pacto de silencio que había imperado históricamente fue una de ellas, pero también la reacción de violencia que generaron. “Lo vivimos desde el día uno a través de internet pero a través de otras formas de violencia también …”, explica Dafne. Desde entonces se les critica todo, “como si fuéramos culpables de todos los males del universo. Como si tuviéramos que hacernos responsables de toda las causas de la humanidad, por nuestros cuerpo, por lo que hacemos o no hacemos, por lo que decimos o por lo que no decimos y obviamente era algo para lo que no estábamos preparadas”.

Las cuatro integrantes del colectivo chileno LASTESIS estaban formadas para otras cosas, especialmente para la creación artística. Fue en ese mundo del teatro y las artes escénicas en el que se conocieron muchas de ellas y en el que trabajaban antes de que llegara la avalancha que las llevó a ser incluidas de personas más influyentes de la revista Time en 2019. Meses antes de las protestas que movilizaron a Chile en 2019 estaban montando una obra de teatro corta, de solo 15 minutos, que tuviera la facilidad de ser representada en cualquier lugar: un centro comercial, un restaurante, una fiesta…

Esta obra también se titulaba El violador eres tu. La habían construido a partir de textos de la antropóloga feminista argentina Rita Segato, que como se explica en un articulo de BBC Mundo “llevaba años estudiando la violencia contra las mujeres y defiende la desmitificación del violador como un sujeto que ejerce la acción de violar por placer sexual”. Adicionalmente habían analizado cifras sobre maltrato femenino en Chile y la manera como la prensa cubría estos temas. Pero nunca se estrenó en ese momento porque vino el estallido social. “La canción es una síntesis de esa obra de teatro”, explican.

Si no se esperaban las reacciones de violencia que se dieron su contra, mucho menos contaban con el entusiasmo que despertó su performance. “Nos mandaban correos… el nivel de entusiasmo era muy grande”, cuenta Paula que destaca que otro elemento importante fue cómo algunos temas fueron cambiando en algunas sociedades para adaptarlos a sus propias luchas. En Argentina, el tema del aborto era lo que dominaba.

Otro país que las sorprendió fue Turquía y de cómo el Estado y sus instituciones reaccionaron para castigar y reprimir un mensaje que no se dirigía al Presidente pero sí a los poderes del Estado. Muchas de estas mujeres que lideraron el performance todavía están detenidas o tienen problemas judiciales. Esto sucede en un país donde según explica el diario británico The Guardian 474 mujeres fueron asesinadas por sus maridos y familiares en 2019, la cifra más alta de la última década.

“Esto es injusto y no lo merecen, ni lo merece ninguna mujer que sale a la calle a pedir por algo que es universal”, dice Paula. Ellas enfatizan que reacciones como ésta no son inherentes a un país como Turquía. En Chile también tuvieron problemas. Lo ven como una desafío a la autoridad, “una muestra de que no comprenden el mensaje”, dice una de ellas. Muchos niegan el patriarcado.

“El pacto de silencio es uno de los grandes problemas sociales y es sorprendente cómo a partir de todo el movimiento social se empezó a romper”, contaron en la conversación con la periodista Carolina Robino, directora de BBC Mundo. Todo esto se logró a través de la fuerza del performance pero también del poder de esa red que se movilizó para visibilizar, y levantarse, frente a un problema que como quedó evidenciado con El violador eres tu es inherente a todos los lugares del mundo.